Crisis en el diálogo del ELN: retos y oportunidades para la paz en Colombia

En El Radar, el senador Iván Cepeda, del Pacto Histórico y parte del equipo negociador del presidente Gustavo Petro, se refirió a la difícil situación del Catatumbo por derramamiento de sangre por parte del ELN . También se refirió a las negociaciones con este grupo armado las cuales se encuentran en crisis.

En un giro inesperado, el Ejército de Liberación Nacional, ELN, se posiciona en una encrucijada crítica, evidenciando una falta de interés por firmar un acuerdo de paz con el Gobierno de Gustavo Petro. A pesar de las afinidades ideológicas que existen entre el grupo guerrillero y el Gobierno actual, los recientes acontecimientos reflejan una escalada de violencia por parte del ELN. En las últimas semanas se ha observado un alarmante incremento en homicidios y desapariciones en la región del Catatumbo, lo que llevó al presidente Petro a suspender los diálogos de paz.

El senador Iván Cepeda, miembro del equipo negociador del Gobierno, explicó que, aunque ha habido avances significativos durante este proceso de diálogo, las complicaciones sobre la mesa son profundas.

“Con el ELN existe una confrontación armada que no comenzó con este Gobierno, tiene más de 60 de duración”, afirmó.

Esto ha creado un entorno complicado donde el ELN, a través de operaciones coordinadas, apunta principalmente a líderes sociales y firmantes de paz, planteando un grave riesgo para la estabilidad en el país.

Además, ha insinuado que su violencia es una respuesta a otros grupos armados, aunque en el hecho la mayoría de las víctimas son civiles. La declaración del presidente Petro que calificó estos actos como "crímenes de guerra" realza la urgencia de una respuesta nacional.

Según Cepeda, las causas de la violencia en Catatumbo son múltiples y variadas, involucrando no solo la lucha por recursos naturales y el control estratégico del territorio sino también la influencia del entorno político en Venezuela. La presencia del ELN en ese país complica aún más las negociaciones, dado que muchos de sus movimientos operativos responden a situaciones políticas externas.

En respuesta a la crisis actual, el senador enfatizó en la necesidad de un enfoque revisado para las negociaciones de paz, sugiriendo que la fragmentación de la violencia en Colombia requiere diferentes metodologías y un diálogo más amplio, que incluya a todas las partes involucradas y que no esté atado a un único grupo o ideología. “Hay que responder a esos desafíos de una manera distinta e imaginativa”, afirmó.

La situación actual del ELN y su relación con otros actores armados demuestran que el conflicto no puede ser resuelto mediante una simple mesa de negociaciones; se requiere un compromiso social y político más profundo para procesar las raíces de la violencia en Colombia y construir un futuro sostenible donde la paz sea un posible y deseable resultado.

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