Destruida por la erupción del volcán de Vesubio hace 20 siglos, las ruinas de Pompeya, Italia, atraen a miles de turistas de todo el mundo cada año
Para mantener seguras las ruinas, un nuevo guardián que es una mezcla entre un perro y un robot, se pasea por el lugar llamando la atención de los visitantes
Spot, como es llamado, tiene la misión de explorar las áreas de difícil acceso, es decir, las estructuras subterráneas donde los empleados no pueden descender por seguridad
El robot tiene la capacidad de alertar a los trabajadores sobre algún problema de estructura o seguridad en la zona, ya que allí es muy común que las personas haga túneles clandestinos
Todo el terreno tiene una superficie de 44 hectáreas y está ubicada al sur de Nápoles
El robot tiene el tamaño de un Golden Retriver y pesa por lo menos 70 kilos. Su control es de forma remota a través de una tablet y su flexibilidad le permite acceder a lugares estrechos
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