los satélites se podría calcular las cantidades de agua que hay bajo la tierra, en la superficie, incluso, en el hielo.
Los investigadores aprovecharon un evento de estos en el río Missouri en 2011 y, gracias al uso de datos recogidos en satélites de la NASA, lograron predecir el comportamiento que podrían tener los flujos del líquido en ciertos periodos de tiempo.
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Por ahora lo retos tanto de los investigadores como de los proveedores de satélites será el de mejorar el tiempo de recepción de la información, que, aunque sigue siendo útil para minimizar los efectos de las inundaciones, en el caso de Missouri fue insuficiente para evitar 5 muertes.