Durante su última misión que culminó el pasado 12 de noviembre de 2022, la aeronave X-37B permaneció 908 días en el espacio

Con el objetivo de reducir hasta 10 veces los costos de las misiones espaciales, la Nasa y Boeing especificaron, en 1999, la construcción de dos aviones X-37 con los que se harían pruebas tecnológicas de aterrizaje, ascenso, órbita y reingreso del espacio a la Tierra

Sin embargo, a finales de 2003 la agencia espacial le pidió a Boeing que cerrara las operaciones mientras encontraban un socio

Ante el cese de las actividades, el gobierno de ese país invirtió 325 millones de dólares para que continuaran con el desarrollo del proyecto

En 2006, luego de tres años exitosos de pruebas, la Fuerza Aérea estadounidense le pidió a la Nasa y a Boeing que diseñaran un nuevo modelo del avión al que bautizaron X-37B, el cual tuviera la capacidad de ser reutilizable, de larga duración y no tripulado

El 22 de abril de 2010, el X-37B realizó su primera misión al espacio y permaneció en órbita durante 224 días a una altitud de 408 kilómetros

Casi un año más tarde, el 5 de marzo de 2011 la aeronave despegó por segunda vez a bordo del cohete Atlas V, en una misión que duró 468 días

A partir de ese momento, los ingenieros de la Fuerza Aérea notaron que la aeronave podía permanecer por más tiempo en el espacio, por eso, las misiones cada vez se hicieron más largas

El Boeing está diseñado para ser controlado de forma remota desde la Tierra, además su sistema de energía se alimenta de unas celdas solares, que le permiten soportar las largas misiones que, hasta el momento, han sido todo un misterio en cuanto sus objetivos

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