
No sorprende que, en casi todas las casas, tengan un computador para desarrollar actividades de todo tipo, no solo profesionales, sino de entretenimiento. Pero luego de la pandemia, el uso de este dispositivo creció en especial en materia educativa, pues abrió el campo a que la educación virtual se pudiera adaptar al entorno, no como antes que se veía como algo imposible.
En especial, tener dos pantallas y/o monitores se volvió algo común en los espacios de trabajo, sea por comodidad o versatilidad a la hora de realizar diferente tipo de actividades. Sin embargo, expertos recomiendan saber elegir bien una para evitar problemas de salud, o sacarle el mayor provecho a las actividades, sobre todo las educativas que requieren de un esfuerzo mayor de horas frente al computador con concentración, que con el tiempo podrían afectar la vista.
"Según un estudio[1] de la Universidad de Utah, configurar un monitor externo aumenta la productividad en 10 % y reduce los errores en 33 %. Además, ofrece mayor facilidad para hacer un seguimiento de tareas juicioso y centrarse más fácilmente en las tareas. En otra encuesta[2] en la que participaron más de mil personas, concluyó que los usuarios destacaban un incremento en la productividad en una media de 42 %", explicaron desde Samsung sobre estas ventajas.
Un estudio del profesor Seong-Joon Kim reveló que los monitores curvos 1000R reducen la fatiga visual al adaptarse mejor al campo de visión humano. Asimismo, otros monitores permiten realizar múltiples tareas, como tomar clases, diseñar o editar videos, con la opción de dividir la pantalla para trabajar con dos programas a la vez. También admiten la conexión simultánea de dos portátiles para una experiencia compartida.
Publicidad