Los guantes servirían para realizar misiones de rescate, estudios del entorno y la construcción de infraestructuras en las profundidades marinas
El cuerpo humano no está diseñado para vivir bajo el agua, por eso es necesario usar trajes especiales que protegen todas las extremidades cuando se pasa un largo periodo de tiempo sumergido
Por eso, los buzos deben utilizar trajes de neopreno para proteger y calentar el cuerpo ante las bajas temperaturas de las profundidades marinas, además el uso de las caretas y las gafas son importantes para respirar y ver con claridad
Con el objetivo de tener unas manos hechas para el agua, investigadores de la Universidad Tecnológica de Virginia, en Estados Unidos, crearon un guante inspirado en los pulpos que son capaces de sostener cualquier objeto bajo el agua
comenta Bartlett, experto en robótica blanda y soluciones biológicas
Los tentáculos de los pulpos están dotados de ventosas controladas por los músculos y los nervios del animal que le permiten agarrar una gran variedad de cosas
"El pulpo controla más de 2.000 ventosas en sus ocho brazos y procesa información de diversos sensores químicos y mecánicos. El pulpo reúne realmente la capacidad de sintonización de la adhesión, la detección y el control para manipular objetos subacuáticos", destaca Bartlett
Para diseñar el guante, los investigadores reimaginaron las ventosas del pulpo: trozos de goma flexibles cubiertos por membranas blandas y accionadas
Una vez desarrollados los mecanismos de adhesión, necesitaban que el guante detectara los objetos y activara la adhesión, para lo cual usaron unos sensores ópticos de proximidad denominados micro-Lidar
El uso de los sensores para activar las ventosas también hace que el sistema se adapte al entorno natural, igual que hace un pulpo cuando enrolla sus brazos en los riscos de las rocas y las superficies, y se adhiere a conchas lisas y percebes rugosos
Los guantes se pusieron a prueba con cilindros, una pelota de hidrogel y objetos planos
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