La era de la hiperconectividad y el uso extendido de los dispositivos móviles han traído grandes ventajas, como la capacidad de comunicarnos al instante, acceder a información infinita y mantenernos siempre conectados. Sin embargo, estas mismas ventajas se convierten en inconvenientes cuando afectan nuestra salud mental . Una tendencia creciente entre algunas personas es la de mantener el celular en silencio como una forma de gestionar la sobreestimulación. Pero, ¿qué significa psicológicamente esta decisión? ¿Es solo una preferencia técnica, o refleja algo más profundo sobre la relación que tenemos con la tecnología?
La adicción al teléfono
Un estudio reciente de la Universidad de Extremadura revela cómo el uso excesivo del móvil puede afectar nuestra salud mental.
La investigación, titulada “Análisis de la salud mental y uso problemático del móvil en universitarios españoles ”, demuestra que el uso superior a dos horas diarias puede asociarse a ansiedad, adicción y otros problemas psicológicos.
De hecho, el móvil ha pasado a ser una extensión de nuestro día a día, al punto de que más del 70% de la población lo utiliza constantemente, generando una sensación de presión constante.
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El uso prolongado de estos dispositivos no solo afecta la salud mental de los adultos, sino que impacta de manera particular a los jóvenes. La adicción al celular en esta población ha sido asociada con el deterioro de la higiene del sueño, el sedentarismo y el aislamiento social. Además, la investigación sugiere que el uso excesivo del móvil puede aumentar los niveles de ansiedad y depresión, con riesgos considerables para el bienestar emocional en el futuro.
¿Por qué algunas personas mantienen su teléfono en silencio?
En este contexto, cada vez más personas optan por mantener su dispositivo en silencio. Según la psicóloga Lara Ferreiro, el hecho de no recibir notificaciones de manera constante tiene significados psicológicos profundos que van más allá de una mera preferencia técnica. Esta práctica permite a las personas establecer un espacio de calma y desconexión, algo que puede ser crucial para mantener el equilibrio mental.
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Algunas de las razones más comunes para mantener el teléfono en silencio son:
- Reducir el estrés y la ansiedad: la constante llegada de notificaciones puede convertirse en una fuente de estrés, incrementando los niveles de ansiedad. Mantener el celular en silencio ayuda a disminuir este tipo de sobreestimulación, permitiendo una desconexión parcial y aliviando la sensación de estar “siempre disponibles”.
- Recuperar el control del tiempo personal: al silenciar el teléfono, muchas personas pueden gestionar mejor su tiempo y priorizar actividades que realmente disfrutan. Esto es especialmente útil para quienes buscan ser más productivos o simplemente pasar tiempo sin distracciones tecnológicas.
- Establecer límites saludables: en una sociedad hiperconectada, donde se espera que respondamos de inmediato a cada mensaje o llamada, mantener el móvil en silencio es una forma de poner límites. Esto permite a las personas elegir cuándo quieren responder y cuándo no, estableciendo un control sobre su disponibilidad y protegiendo su espacio personal.
- Priorizar las relaciones presenciales: el tiempo cara a cara se vuelve más valioso al no interrumpirse constantemente por notificaciones digitales. Aquellos que prefieren mantener el celular en silencio pueden estar más enfocados en las relaciones en persona, fortaleciendo así sus vínculos sociales y familiares.
Para muchos, el silencio del teléfono es una herramienta para crear un ambiente emocionalmente más sano. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, en algunos casos, esta práctica también podría esconder ciertos problemas emocionales o de relación.
Según la psicóloga Ferreiro, es posible que el hecho de mantener el celular en silencio sea una forma de evitar interacciones no deseadas o, incluso, de ocultar información, especialmente cuando va acompañado de cambios en el comportamiento habitual de una persona.
Este fenómeno también se ha observado en relaciones de pareja, donde el uso del teléfono en silencio podría interpretarse como una forma de ocultar algo o de proteger la privacidad de una manera no siempre saludable.
Beneficios de mantener el teléfono en silencio
Además de reducir el estrés y promover un ambiente de paz, silenciar el teléfono tiene otros beneficios importantes:
- Mejora de la concentración: al disminuir las distracciones, es más fácil concentrarse en actividades que requieren atención completa, como el trabajo, el estudio o actividades creativas.
- Calidad del sueño: la ausencia de notificaciones nocturnas permite un sueño más profundo y reparador, crucial para la salud física y mental.
- Menor dependencia del teléfono: mantener el móvil en silencio puede reducir la dependencia de él, fomentando un uso más equilibrado y saludable.
Mantener el celular en silencio puede ser una estrategia eficaz para cuidar la salud mental en un mundo lleno de sobreestimulación. Esta práctica permite recuperar el control de nuestro tiempo, reducir el estrés y fortalecer las relaciones presenciales. Sin embargo, como toda estrategia, es importante aplicarla con equilibrio, evitando caer en un aislamiento excesivo.
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