En un mundo cada vez más digital, la ciberseguridad se ha convertido en una preocupación fundamental para empresas y ciudadanos por igual. Proteger la información y los activos digitales se ha vuelto una prioridad para evitar ataques cibernéticos y asegurar la continuidad de las operaciones.
Las cifras son alarmantes: un informe de EY revela que los ciberataques han aumentado un 75 % en los últimos cinco años. Se estima que para 2031, los costos de ransomware podrían alcanzar los US$265.000 millones.
¿Cuáles son los fraudes digitales más comunes?
- Phishing y smishing: se envían correos electrónicos o mensajes de texto falsos para engañar al usuario y que revele sus datos personales.
- Pharming: un software malicioso redirige al usuario a un sitio web falso para robar sus datos.
- Vishing: se realizan llamadas telefónicas suplantando a empresas o instituciones para obtener información personal.
¿Qué genera estos fraudes?
Según un estudio de Axede, el 90 % de los casos de fraude digital se han producido a raíz de las contraseñas débiles que ponen miles de usuarios en sus cuentas personales, especialmente debido al aumento de la clonación de voz y vídeo con la IA. Algunos proponen el uso de la biometría para fortalecer esos canales de seguridad ante esta ola de inseguridad digital.
Las soluciones biométricas emergen como una poderosa defensa contra estos ataques, ofreciendo niveles de seguridad sin precedentes y garantizando la integridad de las transacciones financieras, el acceso físico y lógico, así como la salvaguarda de la privacidad e identidad digital.
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Las biometrías de vida y comportamiento van más allá de las tradicionales como las huellas dactilares o el reconocimiento facial. Estas nuevas tecnologías analizan rasgos dinámicos del individuo, como la forma de caminar, escribir o hablar.
¿Cuáles son las contraseñas más débiles?
- Cortas: aquellos patrones que son muy cortos y predecibles son fáciles de acceder para cualquier hacker. Se recomiendan al menos 8 caracteres en los que se mezclen letras, números y signos para evitar problemas.
- Predecibles: contraseñas como ‘123456’ o ‘contraseña’ suelen ser muy usadas a nivel mundial y terminan siendo los más fáciles de adivinar. Al igual que patrones con el nombre o fechas especiales como el cumpleaños, pues al obtener información básica podrán probar y acceder.
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