La prohibición de celulares en las aulas de colegios es una tendencia que se está extendiendo en diferentes países. En Colombia, por ejemplo, algunas instituciones en ciudades como Bogotá y Medellín han prohibido el uso de estos dispositivos en las aulas.
En España, todavía no existe una ley que prohíba el uso de celulares en las escuelas, pero muchas comunidades autónomas, como Madrid, Galicia y Castilla, se han unido a esta tendencia y están buscando restringir o limitar el uso de teléfonos móviles como mecanismo de comunicación en los colegios durante los periodos educativos.
Por eso, Gemma Martínez, doctora en Comunicación Social y miembro de la Red de investigación europea EU Kids Online, detalló en La Nube cómo ha funcionado este modelo en España y sus impresiones sobre el beneficio en los menores de edad.
"Hasta el momento, en España son nueve comunidades autónomas las que han prohibido el uso de teléfonos móvil móviles en colegios y tanto de educación primaria como de secundaria; cinco comunidades autónomas lo han limitado y cuatro de ellas lo han regulado", dijo.
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Sin embargo, manifestó que, respecto a los resultados, aún no se puede hablar de impactos concretos y lo importante es analizar las motivaciones detrás de estas prohibiciones y las posibles consecuencias que pueden tener para los estudiantes.
Gemma Martínez también mencionó un estudio reciente realizado en Australia que indica que no hay evidencias empíricas de que la restricción de celulares en las escuelas mejore el bienestar de los menores o reduzca el ciberacoso. Por eso planteó la necesidad de educar a las familias y los docentes en el buen uso de internet en lugar de simplemente prohibir los dispositivos móviles en las escuelas.
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Es importante encontrar un equilibrio entre la restricción y el aprovechamiento de las oportunidades que brinda la tecnología en la educación. La escuela puede ser el lugar más adecuado para enseñar a los estudiantes sobre el buen uso de los dispositivos móviles y alfabetizar digitalmente a las familias. No se trata de descargar toda la responsabilidad en las familias, sino de involucrar a todos los actores en esta tarea.
"Hay una gran preocupación en toda la comunidad científica por quizá esa falta de conexión entre los docentes y las familias (...) Las prohibiciones están demostradas que sí pueden llegar las restricciones del uso de internet, pero también los va a llevar a aprovechar menos todas las oportunidades que tiene Internet y los va a llevar a desarrollar menos esas habilidades digitales que se necesitan", concluyó.