La inteligencia artificial (IA) llegó a la gastronomía para poder cocinar recetas más sostenibles, encontrar alternativas según el tipo de alergias, o incluso tener clientes "más felices", tal como lo explicó este lunes en el congreso internacional de gastronomía Madrid Fusión el físico y experto en IA Eneko Axpe.
"Esto no va de humanos e IA, sino de humanos utilizando la IA como una herramienta más para hacer a nuestros comensales un poco más felices", defendió Axpe en su ponencia en el congreso, que se celebra en la capital española hasta el próximo miércoles, en la que mostró algunas de las aplicaciones de IA que ha llevado a cabo en el restaurante Azurmendi*** de Eneko Atxa.
Aplicaciones realizadas por la versión 4 de ChatGPT que, a veces, fueron "alucinaciones" porque ésta ofreció "texturas, sabores y combinaciones súper raras que nunca" se le hubieran ocurrido a Atxa, y lo que vieron es que con estos resultados de la IA se podían "crear nuevos platos".
"Le propuse a Eneko Atxa -contó- ejecutar un menú puramente creado por la IA, en este caso la IA se inventó el nombre de un plato de alta cocina, 'espuma de coliflor con manzana y caviar de balsámico', un plato que no existía; y le pedí una imagen realista de este plato y, por último, le pedí la receta para conseguir este plato".
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Una prueba de la que salieron más conclusiones, como que se podían hacer recetas más sostenibles gracias a esta tecnología porque analiza los ingredientes y los productos menos sostenibles y da una alternativa.
Además vieron cómo la inteligencia artificial puede importar todas las recetas y preguntar sobre alternativas de productos según el tipo de alergias.
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"Eneko cuando tiene una idea para un plato lo dibuja y a veces le cuesta explicarlo a su equipo, quería crear una 'Carolina' (postre vasco) pero de aceitunas negras e interaccionó con la IA para crear la imagen, y con interacciones puedes crear una ayuda a tu equipo para que en segundos entiendan lo que el cocinero tiene en la cabeza", añadió.
Tras la exposición, el chef Ferrán Adriá pidió más ponencias sobre este tema, mientras que Sara Peral y Jorge Múñoz, chefs en OSA* (Madrid), subrayaron la importancia de la sostenibilidad, que viene marcada por la temporalidad de sus productos y la relación de cercanía con los productores y proveedores.
En esa línea siguió Pedrito Sánchez, chef en Bagá* (Jaén, sur de España), quien compartió que no utiliza ingredientes que consuman mucha agua, porque lo suyo es "creatividad responsable".
"Vivimos en un momento gravísimo, con 30 grados en Jaén, y los cocineros también debemos de alzar la voz ante la escasez de agua. El campo se muere y sin agua no hay vida", lamentó.
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