El historiador y escritor israelí Yuval Noah Harari, en medio de un foro de tecnología en Lisboa, Portugal, explicó que en el futuro la inteligencia artificial podría cambiar la religión y crear una nueva biblia, predicción que alertó a muchos fanáticos de la religión.
“La inteligencia artificial es la primera tecnología que puede crear nuevas ideas. La imprenta, la radio, la televisión transmiten, difunden las ideas creadas por el cerebro humano, por la mente humana, pero no pueden crear una idea”, afirmó durante el foro ‘IA y el futuro de la humanidad’, que tuvo lugar en Lisboa, Portugal.
Incluso, en medio de su predicción, aseguró que, gracias a las capacidades y novedades de la inteligencia artificial, esta podría escribir una Biblia completamente nueva con fragmentos distintos a los que ya existen.
“En unos años, puede haber religiones que sean realmente correctas […] solo piense en una religión cuyo libro sagrado está escrito por una inteligencia artificial. Eso podría ser una realidad en unos años”, manifestó el historiador.
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¿La inteligencia artificial puede acabar con la religión?
Además de la predicción del historiador, miles de internautas en redes sociales le consultaron a la inteligencia artificial ChatGPT sobre la posibilidad de que las nuevas herramientas tecnológicas eliminen a la religión.
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Sin embargo, lo que realmente sorprendió a varias personas en redes, es que ChatGPT asegura que no es posible que una inteligencia artificial remplace una religión en particular, ya que las costumbres y creencias que aprenden las personas en etapa de crecimiento son irremplazables.
“Si bien la inteligencia artificial puede brindar información y perspectivas nuevas sobre preguntas filosóficas y religiosas, como el origen del universo o la naturaleza de la conciencia, es poco probable que cambie drásticamente las creencias religiosas fundamentales de las personas”, fue la respuesta de ChatGPT.
Al final, la posibilidad de que la inteligencia artificial remplace a la religión, según una herramienta como ChatGPT, es bastante difícil. Sin embargo, dejó abierta una puerta asegurando que lo que si es posible es que las personas se interesen por la tecnología y no por una religión concreta.
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