El servicio de kicksharing Whoosh, junto con el laboratorio de biotecnología ruso Neiry, llevaron a cabo un experimento para controlar un scooter con el poder del pensamiento.
En el experimento se utilizó la interfaz neuronal Neiry, un dispositivo que registra el electroencefalograma del cerebro humano. Neiry, además, permite comprender en qué estado se encuentra el cerebro: su carga cognitiva, fatiga, estrés y concentración.
Utilizando la API, los desarrolladores conectaron la interfaz neuronal Neiry a la computadora y la computadora se conectó al scooter Whoosh Segway Ninebot. Los algoritmos de Neiry analizan el grado de concentración de una persona y asociaron este indicador con la velocidad del scooter eléctrico.
De esta manera la velocidad del scooter aumenta cuando una persona aumenta su concentración y atención determinadas por un cambio en la proporción de los ritmos alfa y beta del cerebro, en otras palabras, esto sucede cuando no hay obstáculos en el camino del conductor por lo que es conveniente un aumento en la velocidad.
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Así, los desarrolladores lograron controlar algo tan importante en el scooter como la velocidad y todo con el "poder del pensamiento". Este es el primer experimento de este tipo en el mundo.
Los desarrolladores de Whoosh ensamblaron un prototipo funcional y lo probaron con éxito. Este es un proyecto experimental por el momento, pero la compañía Rusa planea seguir avanzando en esta tecnología.