Gerardo Arroyo, cofundador de la Granja Peace Tech, explicó en La Nube cómo este concepto filosófico combina la tecnología y la educación para que las comunidades del país puedan direccionarse a la paz y evitar el reclutamiento forzado en el país.
Desde la formación en tecnología e inglés, la Granja Peace Tech se enfoca en prevenir riesgos y vulnerabilidades en niños, mujeres y jóvenes. Su objetivo es evitar el reclutamiento forzado de jóvenes, disminuir la violencia de género y ofrecer oportunidades laborales a través de la capacitación en habilidades tecnológicas y el dominio de un segundo idioma.
El proyecto ha sido muy bien recibido por el sector privado y cuenta con el apoyo de empresas que están comprometidas con la paz en el diferentes rincones de Colombia, como Popayán. La Granja Peace Tech trabaja de la mano con las comunidades en zonas rurales, brindando formación en tecnología a estudiantes y apoyo a mujeres que han sufrido afectaciones.
"También nos encargamos de hacer y de cerrar ese ciclo que es llevarlos a la vinculación laboral. Esta es una apuesta privada a la paz, una apuesta que está teniendo resultado. Una apuesta que ya hemos experimentado en el departamento de Antioquia", añadió Arroyo en La Nube.
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La tecnología juega un papel fundamental en este proyecto, ya que permite conectar fácilmente con los jóvenes estudiantes y facilita la puesta en práctica de la formación en territorio. Además, busca generar reactivación económica y promover acciones de paz en territorios que han sido afectados por la violencia.
En cuanto a los conocimientos previos necesarios para beneficiarse de la Granja Peace Tech, se requiere haber cursado al menos noveno grado, ya que este nivel educativo proporciona las habilidades básicas para integrarse al programa de formación tecnológica.
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El objetivo final es que sea una plataforma para la prevención de conflictos, generación de empleo y promoción de la paz en las comunidades.