Google , el titán tecnológico que domina buena parte de la era digital, enfrenta una de las mayores presiones legales de su historia. Es así como el Departamento de Justicia de Estados Unidos dio un paso contundente al pedir medidas que podrían obligar a la compañía a realizar cambios estructurales que transformarían su negocio y, posiblemente, todo el ecosistema tecnológico.
Entre las propuestas, destaca la exigencia de que Google se desprenda de su navegador Chrome, uno de sus productos más icónicos y utilizados a nivel mundial.
El Gobierno de Joe Biden señaló que esta separación es necesaria para reducir el supuesto dominio abusivo de la compañía. Además, se busca frenar los acuerdos multimillonarios que Google mantiene con socios como Apple para que su motor de búsqueda sea el predeterminado en dispositivos y navegadores.
Según las autoridades, estas prácticas limitan la competencia y afectan a los usuarios y a empresas rivales que intentan competir en igualdad de condiciones.
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“Google debe vender Chrome de inmediato y por completo, bajo condiciones aprobadas por los demandantes y supervisadas por el Tribunal”, señaló la propuesta presentada por el Departamento de Justicia.
Como parte de las medidas, también se busca prohibir a la empresa participar en el mercado de navegadores durante cinco años, un golpe que podría redefinir por completo la dinámica de la industria tecnológica.
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¿Qué pasaría con Chrome si Google se desprende?
En caso de que la venta de Chrome sea aprobada, expertos estiman que el navegador podría alcanzar un valor de hasta 20.000 millones de dólares en el mercado. Sin embargo, la separación plantea desafíos significativos.
Al quedar fuera del ecosistema integrado de Google, Chrome perdería ventajas competitivas clave, como la optimización con los servicios de búsqueda y publicidad de la compañía.
GOOGLE PUEDE PERDER CHROME!!! pic.twitter.com/QLAOriG1t0
— Tecnonauta (@TecnonautaTV) November 22, 2024
La vicepresidenta de asuntos regulatorios de Google, Lee-Anne Mulholland, ha advertido que estas medidas podrían perjudicar tanto a los usuarios como a los desarrolladores. “Que el Gobierno intervenga de esta manera perjudica la innovación, el liderazgo tecnológico estadounidense y a los consumidores”, afirmó.
Además, organizaciones como la Asociación de Internet y Redes Competitivas (INCOMPAS) han alertado que este tipo de decisiones podría establecer un precedente peligroso, afectando la inversión en innovación y debilitando la capacidad de Estados Unidos para competir en el escenario global.
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