Desde las civilizaciones más antiguas se ha hablado de los posibles escenarios del fin del mundo . Ya sean profetizados por diferentes videntes, científicos, religiones y mitologías, en su mayoría están rodeados por un ambiente de pánico.
Ahora, con todos los avances no solo científicos, sino tecnológicos , más profecías y predicciones a lo que sería un escenario catastrófico con el fin de la vida humana, o al menos la mayor parte de ella, se han sumado.
En ese sentido, la inteligencia artificial, que es desarrollada gracias a algoritmos y datos, ha estado siendo tendencia recientemente por su presencia en el mundo digital, al alcance de unos cuantos clics para cualquiera con conexión a Internet .
La inteligencia artificial se atrevió a dar tres predicciones de distintos escenarios sobre el fin del mundo:
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Un choque de un cuerpo celeste contra la Tierra. La inteligencia habla de un asteroide suficientemente grande que impacte al planeta y cause un daño masivo a la atmósfera, que consecuentemente se convertiría en la destrucción de la vida vegetal y a la extinción de la vida animal y humana.
Esto provocaría una ola de cataclismos que extenderían su destrucción a todo el planeta Tierra.
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El segundo escenario se trata de una guerra nuclear. La primera e inmediata consecuencia es una explosión que carbonizaría de manera instantánea a todo ser vivo que se encuentre en su radio de acción.
Además, esto estaría seguido de incendios y una lluvia radioactiva, con la consecuencia más silenciosa, pero, a su vez, la más catastrófica: se produciría a largo plazo y en todo el planeta, un invierno nuclear, donde una nube de ceniza y polvo bloquearía la luz del Sol, provocando una baja temperatura global desatando hambre y muertes masivas.
El tercer acto final para la inteligencia artificial sería un fenómeno natural catastrófico: la erupción volcánica cuyo dióxido de azufre en el aire se combinaría con la lluvia, formando un acido volcánico extremadamente tóxico que causaría daños a la vegetación que, sumado a la cobertura de la superficie de la Tierra por ceniza volcánica absorbiendo los rayos del Sol y causando alteraciones en el clima, generarían unos niveles de contaminación inimaginables desatando una hambruna mundial.
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