
Un sofisticado fraude ha afectado a destacadas figuras del ámbito empresarial en Italia, con una trama que utilizó inteligencia artificial para crear una voz que imitaba al ministro de Defensa del país, Guido Crosetto. Bajo esta falsa identidad, los delincuentes solicitaron grandes sumas de dinero a empresarios influyentes, alegando que los fondos serían utilizados para financiar el rescate de periodistas italianos secuestrados en Oriente Medio, según informa ANSA.
Las llamadas fraudulentas fueron realizadas desde números de teléfono que replicaban los del Ministerio de Defensa italiano, lo que les otorgó un aire de legitimidad. En estas conversaciones, el impostor que suplantaba a Crosetto explicó que el gobierno no podía destinar fondos públicos para este propósito, pero garantizó que las transferencias de dinero serían devueltas por el Banco de Italia, lo que convenció a varios empresarios a ceder ante la demanda.
Entre las víctimas de esta astuta estafa se encuentran algunos de los hombres de negocios más destacados del país, tales como Marco Tronchetti Provera, presidente de Pirelli; Giorgio Armani, el reconocido diseñador de moda; Patrizio Bertelli, cofundador de Prada; y Diego Della Valle, director de Tod’s. Estas figuras de renombre no fueron las únicas afectadas, ya que Massimo Moratti, expropietario del Inter de Milán, junto con miembros de las familias Beretta y Menarini, también fueron blanco de los estafadores.
El fraude fue denunciado por Crosetto, quien a través de sus redes sociales expuso la situación, detallando que varios empresarios habían sido contactados por individuos que, suplantando su identidad, les solicitaban transferencias de dinero. En su mensaje, el ministro alertó sobre la gravedad del asunto y la necesidad de precaución.
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Uno de los empresarios más afectados fue Moratti, quien, tras recibir la llamada, decidió transferir alrededor de un millón de euros. Este pago, que se realizó a los estafadores, pone de manifiesto la confianza que el timador logró generar en su interlocutor. Ante esta situación, los fiscales de Milán ya se encuentran investigando el caso.
El Banco de Italia, por su parte, ha emitido un comunicado advirtiendo que no devolverá los fondos transferidos a los estafadores, dejando claro que no existen programas de apoyo para el rescate de periodistas secuestrados en el extranjero mediante donaciones. A través de sus redes sociales, la entidad rechazó rotundamente cualquier intento de fraude relacionado con este tipo de solicitudes.
Este caso destaca los peligros de las nuevas tecnologías y cómo la inteligencia artificial, utilizada de forma malintencionada, puede generar confusión y permitir fraudes de gran escala.