Dos estudios publicados en la revista Science revelaron que los animales de sangre fría como las tortugas no envejecen o lo hacen de forma lenta
Uno de los casos reportados de forma individual fue el de la tortuga Jonathan que cumplió 190 años de edad, algo considerado anecdótico, por los responsables del estudio de la Penn State University
Los investigadores recopilaron los datos a largo plazo de 107 poblaciones de 77 especies como las tortugas, serpientes y cocodrilos
Para llevar a cabo el estudio, se tuvo que capturar a los animales para marcarlos y así poder seguirlos a lo largo de los años
Con la técnica se analizó el tiempo de vida que tuvieron los animales después de alcanzar la madurez sexual y, de esta forma, utilizaron el método estadístico para crear las tasas de envejecimiento
explicó a AFP la bióloga e investigadora principal Beth Reinke, de la Universidad del Noreste de Illinois
El hecho de que no envejezcan no significa que sean inmortales, quiere decir que existe la posibilidad de morir, pero que esta no aumenta con la edad
Los resultados arrojaron que estos animales tienen el metabolismo más bajo y envejecen de forma lenta, en comparación con los seres vivos de sangre caliente
Los investigadores esperan en un futuro aplicar esta forma de vida en los seres humanos y así retrasar el envejecimiento
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