La sonda solar Parker se acercará al sol a solo 6,1 millones de kilómetros de distancia y su velocidad provendrá de la inmensa atracción gravitacional que se genera al acercarse al Sol. La hazaña sería similar a volar de Nueva York a Londres en menos de 30 segundos.
La sonda solar Parker de la Agencia Espacial Estadounidense es una de las misiones más audaces jamás concebidas y, lanzada en 2018, tiene como objetivo realizar pases repetidos y cada vez más cercanos al Sol.
"Básicamente estamos casi aterrizando en una estrella", afirmó el Dr. Nour Raouafi, científico del proyecto Parker.
El desafío al que se enfrenta Parker al hacer esto será enorme. En el perihelio, el punto de la órbita de la sonda más cercano a la estrella, la temperatura en la parte frontal de la nave probablemente alcanzará los 1.400°C.
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La estrategia de Parker es entrar y salir rápidamente, realizando mediciones del entorno solar con un conjunto de instrumentos desplegados detrás de un grueso escudo térmico.
"Esto será un logro monumental para toda la humanidad. Es equivalente al alunizaje de 1969", agregó el científico del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins.
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La maniobra de finales de 2024 llevará a Parker a sólo el 4% de la distancia Sol-Tierra (149 millones de kilómetros/93 millones de millas). Por otra parte, los investigadores esperan que la recompensa sea un conocimiento innovador sobre algunos procesos solares clave.
También es dentro de la región de la corona donde el flujo de salida de partículas cargadas (electrones, protones e iones pesados) se acelera repentinamente hasta convertirse en un viento supersónico que se mueve a 400 km/s o 1.000.000 mph.
Parker Tiene tres aproximaciones más planeados para 2024 antes de girar alrededor de Venus el 6 de noviembre para ayudar a doblar su órbita y hacer del 24 de diciembre el acercamiento histórico.
El Dr. Nicky Fox, científico principal de Parker, dijo que la mayor ventaja del sobrevuelo del 24 de diciembre sería el tiempo que la sonda permanecería en la corona, "no sabemos qué encontraremos, pero buscaremos ondas en el viento solar asociadas con el calentamiento", afirmó.
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La temperatura del Sol en su fotosfera, la superficie, es de aproximadamente 6.000 °C, pero dentro de la corona puede alcanzar la asombrosa cifra de millones de grados o más. "Sospecho que sentiremos muchos tipos diferentes de ondas que apuntarían a una combinación de procesos sobre los que la gente ha estado discutiendo durante años", agregó el experto.