Mientras se excavaba un terreno durante las obras del aeropuerto Clermont-Ferrand Auvergne en el centro de Francia hallaron un entierro, de la época romana de Jesús, catalogado por los investigadores del Instituto Nacional Francés de Investigación Arqueológica Preventiva (INRAP) como "absolutamente excepcional".
Se trata de una tumba de un niño (o niña, por los restos a esa edad es bastante complejo determinar el sexo de un ser humano, dicen los expertos) de no mas de un año de edad, que fue enterrado junto a su mascota, un perrito que contaba con collar y campana, algo que ha sorprendido a la ciencia, por "ser inusual".
El entierro, detallado en la publicación especializada LiveScience , contenía además un banquete fúnebre, común en la época: vasijas de terracota en donde había comida, bebida, aceites y medicinas. También encontraron un aro de hierro de 30 cm de diámetro con una varita en el mismo material, que sería, según expertos de INRAP, una suerte de juguete del niño.
Los científicos desconocen si el perro murió con el niño o habría sido sacrificado para que "acompañara al niño a la otra vida" como se usaba en la época.
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El entierro es de la era Augusto-Tiberiana de la Francia dominada por el imperio romano, entre los años 14 al 27 después de Cristo (D.C.). Por el ajuar funerario, la cantida de vasijas, el tamaño de la tumba, el ataúd de 80 cm en el que depositaron al niño, los apliques en cobre en el collar del perrito, entre otros detalles, dicen expertos del INRAP, da a entender el alto rango de la familia del menor que hizo el entierro.