Durante su recorrido por Marte, el rover Perseverance encontró evidencias en las rocas de lo que pudo haber sido un río caudaloso, profundo y rápido
La muestra fotográfica hecha en el cráter de Jezero, en la que se evidencia que pudo haber existido un río, está llevando a los ingenieros de la NASA a preguntarse cómo eran los entornos acuáticos antiguos del planeta rojo
Desde que el Perseverance llegó a Marte hace dos años, se ha pasado los días recorriendo el cráter de Jezero, por lo que en estos momentos se encuentra explorando la parte superior de una pila de roca sedimentaria de 250 metros de altura
Tras el descubrimiento hecho por el rover, los científicos querían responder su pregunta sobre si el agua fluía en arroyos relativamente poco profundos o en un sistema fluvial más potente
Por lo que armaron un mosaico con cientos de imágenes, con el que descubrieron que el río era un sistema fluvial muy potente, gracias a los granos de sedimentos gruesos y cantos rodados
Según explicó Libby Ives, una de las investigadoras del JPL que opera el rover: “Cuanto más potente es el flujo de agua, más fácilmente es capaz de mover los trozos más grandes de material”
Con el Perseverance, los ingenieros de la NASA pudieron estudiar más detalladamente la unidad curvilínea que se descubrió hace unos años en el cráter. Esta unidad pudo haber sido formada por un poderoso flujo de agua
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