El autismo o Trastorno del Espectro Autista (TEA) surge en los primeros meses de desarrollo del niño pero todavía no se entiende bien su origen. Para estudiarlo, un equipo de científicos ha comparado el perfil metabólico de un grupo de niños TEA y otro de neurotípicos y ha visto "diferencias sorprendentes".

Este equipo ha identificado diferencias metabólicas significativas entre niños con autismo y aquellos neurotípicos, revelando pistas importantes sobre la detección temprana y la prevención de este trastorno.

Aunque al nacer no hay diferencias físicas o de comportamiento entre niños con y sin autismo, ciertos perfiles metabólicos podrían indicar riesgo de desarrollar este trastorno en el futuro.

La investigación sugiere que una minoría de vías metabólicas son responsables de la mayoría de los cambios tempranos observados en niños con autismo.

La comunicación entre el cerebro, el intestino y el sistema inmunitario se ve afectada en el autismo, lo que puede contribuir a la sensibilidad sensorial y otros síntomas característicos.

Los hallazgos abren la puerta a nuevas estrategias terapéuticas, incluyendo el posible uso de fármacos que actúen sobre las vías metabólicas afectadas, como la suramina.

Este descubrimiento representa un paso importante hacia el desarrollo de tratamientos más específicos y efectivos para el autismo, ofreciendo esperanza para mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen.

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