Ocurrió cuando Paulo Marqueti, Adilson Tosi y su hijo, Miguel, aficionados al ciclismo, paseaban cerca del lago Jaborandi, en el estado de Sao Paolo, Brasil.
El animal se acercó al lago y fue allí cuando una anaconda, de más de 4 metros, lo atacó y lo arrastró al agua, hasta donde llegó uno de ellos para sacar tratar de ayudar al perro.
El hombre, de profesión veterinario, alcanzó a arrastrar a la anaconda y su presa hasta el borde del lago y allí, las otras dos personas comenzaron una titánica batalla para salvar a Negao, como se llama el perro.
Luego de usar palos y mucha fuerza la anaconda cedió y soltó al animal.
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“No nos pareció justo matarla”, dijo Marqueti a medios locales.
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