En el Congreso de la República se radicó un proyecto que pretende regular los contratos de los modelos webcam. La iniciativa busca proteger los derechos de los más de 100.000 empleados que dependen de este negocio en el país; sin embargo, ha generado polémica en distintos sectores porque podría ser una medida represiva o incentivar la prostitución y la pornografía.
El proyecto fue impulsado por el representante del Centro Democrático Jhon Jairo Bermúdez, quien en diálogo con BLU Radio aseguró: “Esta es una actividad que está disparada por el tema de la pandemia y no hay una regulación laboral o unas normas claras para que esta clase de contrato laboral tenga garantías”.
Además, añadió: “En ningún momento estamos impulsando la prostitución ni la pornografía. Esto no hace parte de esas actividades. Estamos reglamentando una actividad laboral”.
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Según Diego Valencia, presidente de Fenalweb Nacional (Federación de Comercio Electrónico para Adultos a través del Sistema de Webcam), en Colombia el 60 % de las personas que se desempeñan en esta actividad son mujeres. El 40 % restante está compuesto por hombres y LGBTI.
Valencia, asimismo, se refirió a la comparación con la prostitución y por qué la mayoría de las trabajadoras son mujeres: “Básicamente hablamos de oferta y demanda y este tipo de servicios es más acogido por los hombres. Es un hilo muy delgado entre la prostitución y las modelos webcam, la primera denota un contacto físico”.
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Por su parte, Julio César Fúquene, influencer y empresario en la industria webcam, afirmó que la regulación es importante porque protege los derechos de los empleados.
“Claramente se trata de complacer un interés sexual frente a las cámaras. Las personas que utilizan estos servicios buscan interacción con otras personas. Tienen necesidades físicas, emocionales y psicológicas que buscan complacerlas a través de una persona real, ya sea porque en el día a día no tiene cómo hacerlo”, aseguró.
Entre las personas que criticaron la iniciativa está Claudia Yurley Quintero, defensora de derechos humanos. Ella señaló que esta actividad busca incentivar la explotación sexual y no piensa en los abusos que puede sufrir la mujer.
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“Son hombres los que están intentando reglamentar esta actividad. Yo no creo que el presidente de la Cámara quiera que su mujer sea una webcam. (…) Las ARL están dispuestas a cubrir los daños emocionales por la explotación sexual a través de las webcam”, indicó
Quintero, finalmente, sentenció: "Nadie contrata una webcam para sonreír o solo hacer sexting. El daño emocional es enorme. Eso es lo que hay en la webcam, hay daño emocional".
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Escuche la entrevista completa en Mañanas BLU, cuando Colombia está al aire: