La disfunción eréctil (DE) es un problema que afecta a millones de hombres en todo el mundo, pero sigue siendo un tema rodeado de estigmas que complican su tratamiento. Este trastorno, que tiene causas tanto físicas como psicológicas, impacta no solo la vida sexual, sino también la autoestima y la salud emocional de quienes lo padecen, afectando en ocasiones sus relaciones de pareja.
Estudios recientes muestran que la disfunción eréctil afecta al 6 % de los hombres menores de 49 años, al 16 % entre los 50 y 59 años, al 32 % de los hombres de entre 60 y 69 años, y al 44 % en aquellos entre los 70 y 79 años.
La psiquiatra Laura Villamil, especialista en salud mental y relaciones, explicó que la disfunción eréctil "no solo afecta el bienestar sexual, sino que impacta profundamente en la autopercepción y la autoestima del hombre, además de afectar indirectamente a sus parejas."
Entre las causas de la disfunción eréctil, se encuentran las enfermedades cardiovasculares , la diabetes y el consumo de tabaco. Sin embargo, los factores psicológicos juegan un papel crucial. Uno de los detonantes más comunes es la ansiedad de desempeño, un tipo de presión que, como señala Villamil, “crea un bloqueo mental que, irónicamente, termina afectando la capacidad de respuesta sexual”.
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¿El miedo a fallar puede empeorar la disfunción eréctil?
Este miedo a fallar o no cumplir con las expectativas puede llevar a una espiral de pensamientos negativos que intensifican la disfunción eréctil. Según la especialista, muchos hombres que padecen este problema experimentan "un profundo sentimiento de humillación" que, en casos extremos, puede llevar a pensamientos suicidas. Esto afecta tanto al hombre como a su relación de pareja, ya que el temor a la incomodidad y la decepción genera una barrera emocional que a veces es difícil de superar.
La buena noticia es que existen tratamientos efectivos. Las opciones incluyen medicamentos, así como terapias psicológicas, como la cognitivo-conductual, que ayuda a los pacientes a cambiar los pensamientos negativos que agravan el problema.
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Villamil recalcó la importancia de un tratamiento integral que combine estos enfoques para abordar tanto los aspectos físicos como los emocionales de la disfunción eréctil.
Además, existen alternativas también para la eyaculación precoz , otro problema frecuente. Villamil destacó que "los antidepresivos, bajo supervisión médica, son una alternativa efectiva para tratar la eyaculación precoz", pero enfatizó que es necesario consultar a un especialista para encontrar el tratamiento adecuado.
La experta insiste en que es vital abordar el tema sin tabúes, ya que un manejo adecuado y una actitud abierta hacia el tratamiento pueden mejorar la calidad de vida de quienes padecen disfunción eréctil. Con el enfoque correcto, es posible dejar atrás el miedo y reconstruir una vida sexual y emocionalmente plena.