Kazi Albab Hussain, un estudiante de doctorado en la Universidad de Nebraska-Lincoln, hizo un notable descubrimiento relacionado con las nanopartículas de plata liberadas por ciertos envases de plástico para alimentos. Mientras examinaba bajo el microscopio, notó algo inusual: pequeños fragmentos de plástico, similar al confeti.
Este fenómeno de liberación excesiva hace que los envases de plástico liberen no solo microplásticos y nanoplásticos, sino también compuestos químicos como bisfenoles y ftalatos en los alimentos. Cuando estos microplásticos son ingeridos, pueden degradarse y liberar sustancias químicas en el cuerpo. En otras palabras, el calentamiento del plástico lo hace más poroso y propenso a soltar estos contaminantes.
¿Qué riesgos conllevan estos productos químicos y microplásticos?
Prácticamente todos los estadounidenses tienen cantidades medibles de ftalatos y BPA en sus cuerpos, ya que estos compuestos actúan como disruptores endocrinos. Tienen la capacidad de imitar, bloquear o interferir con las hormonas del cuerpo, aumentando potencialmente el riesgo de diversas condiciones de salud, como infertilidad, ciertos tipos de cáncer, enfermedades metabólicas, trastornos neurológicos y disfunción del sistema inmunológico.
Numerosos estudios en humanos han respaldado las investigaciones realizadas en animales, mostrando que la exposición a niveles elevados de ftalatos durante el desarrollo fetal puede estar relacionada con el asma infantil y, en el caso de los niños, con problemas de comportamiento y posiblemente una disminución en la cantidad de espermatozoides en el futuro. Además, las mujeres embarazadas pueden experimentar niveles más bajos de hormona tiroidea y un mayor riesgo de partos prematuros.
Publicidad
Para comprender mejor los efectos de los microplásticos y nanoplásticos en nuestros cuerpos, Hussain y su equipo expusieron células de riñón embrionario humano a altas concentraciones de estos plásticos liberados por los envases que estaban investigando. Sorprendentemente, en tan solo 48 horas, el 76% de las células embrionarias de riñón murieron, un porcentaje tres veces mayor que el observado en células expuestas a una solución más diluida (con menos plástico). Estos hallazgos coinciden con otro estudio reciente que demostró que la exposición directa a los microplásticos puede provocar muerte celular, inflamación y estrés oxidativo.
Según el artículo de Bon Appétit, a pesar de que algunos plásticos están etiquetados como "aptos para microondas" y se consideran seguros por muchos, esta etiqueta puede ser engañosa. Se refiere principalmente a la capacidad del plástico para resistir el calor sin derretirse o deformarse, pero no garantiza la ausencia de compuestos dañinos en su composición. Por lo tanto, es importante comprender que los productos etiquetados como aptos para microondas todavía pueden contener bisfenoles, ftalatos y otros ingredientes potencialmente perjudiciales para la salud.
Publicidad
Le podría interesar: