Comerse las uñas puede ser un hábito muy común en muchas personas, pero es importante resaltar que se trata de un trastorno denominado onicofagia . Que, si no es tratado, puede generar con el tiempo lesiones físicas letales.
Según The Journal of Dermatological Treatment, en casos graves, puede provocar incluso la pérdida total de la uña. Además de que es una conducta frecuente en niños y adolescentes que tiende a desaparecer en la edad adulta.
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Por otro lado, este comportamiento responde a un mecanismo de control mental diseñado para minimizar el impacto psicológico de una circunstancia que resulta adversa a las personas, como el estrés, la ansiedad, la sensación de soledad o el miedo.
Asimismo, según psicólogos, morderse las uñas es habitual en personas con fuertes niveles de ansiedad y que, en vez de dejar salir sus síntomas, los repiten y morderse las uñas sería una forma de autoagresión.
¿Qué hay detrás de las personas que se comen las uñas?
La psicóloga María Paula Peña González, explicó en Blu Radio por qué se da este tipo comportamiento, así como la relación que puede tener con las personalidades de estas personas que padecen este trastorno .
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“Esto se denomina onicofagia y es un comportamiento que se clasifica dentro de los trastornos del control de los impulsos, puede estar relacionado con factores psicológicos y emocionales, por ejemplo, algunos de ellos son el manejo de la ansiedad y del estrés ”, señaló la psicóloga Peña.
Por otro lado, también se refirió al motivo que puede llevar a las personas a recurrir a morderse las uñas y qué causa una vez realizan este
“Muchas personas recurren a morderse las uñas, muchas veces inconscientes de lidiar con la ansiedad, el estrés o situaciones donde hay mucha tensión. Esta acción genera alivio o confort. Otro de lo que podría estar sucediendo es el perfeccionismo o autoexigencia, algunos estudios señalan que este trastorno va relacionado con personalidades que son muy perfeccionistas, detalladas, la conducta puede ser una forma de canalizar situaciones, cuando no logran cumplir sus expectativas”, dijo a Blu Radio Peña González.
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También, aseguró que esto tiene un impacto psicológico y social en las personas que padecen esta situación de comerse las uñas, y es que puede generar sentimientos de vergüenza e incomodidad, especialmente si las uñas están visiblemente dañadas. Hay personas que se comen hasta los cueros que rodean las uñas y esto genera una sensación de incomodidad. En contextos sociales o profesionales, quienes tienen este hábito pueden recibir incluso rechazo o juicio por parte de personas a su alrededor.