“Al banquete de Dios estamos invitados todos, buenos y malos”, comentó el padre José Joaquín Quiroga en la reflexión dominical.
Este banquete es un compartir en el Reino de Dios, “es signo de amor y debemos dar respuestas agradecidas a la gratitud amorosa de Dios y dejar de lado las excusas que abundan”, manifestó el padre.
“El traje de amor es el boleto para ingresar a la fiesta de Dios” agregó, este traje se crea con justicia, verdad y misericordia.
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Finalmente, añadió que “dejarnos vestir de esta condición humana es dejarnos guiar por Dios, en un estado de amor, justicia y santidad verdadera”.
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