El pastor Andrés Corson abordó en su reflexión la importancia de mantener una relación viva y constante con el Espíritu Santo. "Así como un matrimonio no se sustenta solo en el primer beso, nuestra vida espiritual requiere una entrega diaria al Espíritu Santo para que su obra en nosotros sea continua y produzca fruto".
Cuando Juan el Bautista presentó a Jesús a sus seguidores, les dijo: “Yo los he bautizado en agua, pero el que viene después de mí es superior a mí, y él los bautizará en el Espíritu Santo y con fuego” (Mateo 3:11). "Aquí vemos que hay dos experiencias para los creyentes: el nuevo nacimiento y el bautismo en el Espíritu Santo", señaló Corson.
Corson destaca la distinción entre el nuevo nacimiento al recibir a Jesús y el bautismo en el Espíritu Santo. Mientras que el nuevo nacimiento garantiza nuestra salvación, el bautismo en el Espíritu Santo otorga poder para vivir una vida victoriosa en la Tierra.
Escuche aquí la reflexión completa:
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