En su mensaje dominical, monseñor Rafael de Brigard ofrece una reflexión profunda sobre el sentido de la conversión y la misericordia de Dios. Comienza recordándonos la importancia de detenernos y reflexionar sobre nuestra relación con el Señor. "Reflexionar es parar un poco, pensar en profundidad, sopesar las realidades". A partir de este punto de partida, monseñor Brigard destaca la necesidad de entender que todos somos frágiles y que nuestra vida debe centrarse en Dios.
En su mensaje, citando el Salmo 102, enfatiza la bondad y la compasión de Dios, quien es lento a la ira y rico en clemencia. Recuerda que el arrepentimiento no debe ser visto como un castigo, sino como una oportunidad para volver a la gracia. El Evangelio de San Lucas (13:1-9) es central en su reflexión. Aquí, Jesús habla sobre los galileos cuyo sufrimiento es considerado un castigo divino. A esto, de Brigard responde: "Creen que eso es un castigo de Dios, pues no es así". Los invoca a convertir sus corazones y mirar hacia Dios.
Monseñor Rafael de Brigard también sugiere que la conversión es un proceso continuo, enfatizando que no debemos esperar a que lleguen desgracias para volvernos a Dios. Nos alienta a reflexionar sobre los caminos que nos conducen a la gracia y aquellos que nos llevan alejarnos del Señor. "Debemos ser sabios y humildes para saber leer las señales que Dios nos da".
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