Un nuevo descubrimiento arqueológico en Turquía dejó perplejos a expertos y creyentes por igual. En la antigua ciudad de Adrianópolis, ubicada en la actual región de Eskipazar, un amuleto del siglo V d.C. salió a la luz, sorprendiendo por su conexión directa con los relatos bíblicos.
Este singular artefacto muestra al rey Salomón, una figura clave en las tradiciones religiosas del judaísmo, cristianismo e islam, montado a caballo mientras atraviesa a Satanás con una lanza. Más allá de la impresionante escena que retrata, el colgante lleva en su reverso inscripciones con los nombres de los arcángeles Rafael, Gabriel, Miguel y Uriel, acompañadas por la frase: "Nuestro Señor ha vencido al mal".
El líder del equipo de investigación, el Dr. Ersin Çelikba, de la Universidad de Karabuk, destacó la importancia de este descubrimiento. "No se ha encontrado un ejemplo similar en Anatolia, y solo existe un caso comparable en Jerusalén", explicó.
Según el arqueólogo, la presencia de este tipo de amuletos en lugares tan distantes refuerza la idea de que Adrianópolis fue un centro religioso significativo en la antigüedad.
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El hallazgo, realizado en el marco del proyecto 'Patrimonio Futuro', no solo tiene implicaciones religiosas, sino también militares. Según el Dr. Çelikba, este tipo de artefactos sugiere la existencia de una unidad de caballería en la ciudad.
"Salomón, además de ser un símbolo de sabiduría, también era visto como un comandante militar y una figura protectora para la caballería romana y bizantina", agregó.
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Este descubrimiento amplía el entendimiento de cómo las tradiciones religiosas influyeron en diferentes aspectos de la vida antigua, desde la espiritualidad hasta la organización militar. La representación de Salomón derrotando al mal en este amuleto destaca su relevancia no solo como líder religioso, sino como un símbolo universal de victoria sobre el mal.
Con un artefacto de 1.600 años de antigüedad, la arqueología bíblica sigue revelando los misterios mejor guardados de la historia sagrada. Este hallazgo en Turquía reafirma cómo los relatos del pasado conectan con las raíces de la fe de millones alrededor del mundo.