La reflexión dominical de monseñor Rafael de Brigard nos invita a iniciar la Cuaresma con una profunda meditación sobre la lucha contra la tentación y la importancia de vivir en comunión con Dios.
Inspirado en el Salmo 90, nos recuerda que quienes confían en el Señor encuentran en Él su refugio y fortaleza. A través del relato del Evangelio de Lucas sobre las tentaciones de Jesús en el desierto, monseñor de Brigard enfatiza que Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre, enfrentó la fragilidad humana, pero sin caer en el pecado. “No solo de pan vive el hombre” (Lucas 4:4), responde Jesús al demonio, recordándonos que la vida no se sostiene solo en lo material, sino en la fe y la relación con Dios.
“Al Señor tu Dios adorarás y a Él solo servirás” (Lucas 4:8). En un mundo que nos seduce con falsas promesas de éxito y dominio, este pasaje nos llama a mantener los pies en la tierra y a recordar que nuestra verdadera fortaleza está en Dios.
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