La reconocida cantante británica Lily Allen se vio envuelta en una nueva polémica . La intérprete de Smile, quien en su momento adoptó una perrita llamada Mary, confesó en un episodio del podcast Miss Me? que devolvió al animal al centro de adopción por ser “muy traviesa”.
Allen, nominada al Grammy, explicó que la situación se complicó cuando Mary se comió los pasaportes de toda la familia, junto con sus visas, lo que provocó un caos logístico durante la pandemia. “No puedo explicarte cuánto dinero me costó sustituirlo todo, porque pasó durante la pandemia. Entonces, fue una auténtica pesadilla logística. Como el papá de mis hijos vive en Inglaterra, no pude llevarlos a verlo durante cuatro o cinco meses, porque la perra de mi*** se había comido los pasaportes", relató la cantante.
Tras este incidente, Allen reveló que no podía volver a mirar a su mascota: “No quería verla. Me quedé como de ‘me arruinaste la vida’”. Según la cantante, el comportamiento de Mary fue la razón principal por la que decidió devolverla, ya que este no fue el único problema que causó. “Lo intenté mucho con ella, pero simplemente no funcionó, y lo de los pasaportes fue la gota que rebalsó el vaso”.
En 2021, Lily Allen había compartido imágenes de la perrita en redes sociales, incluso le había creado un perfil de Instagram, que más tarde eliminó.
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La decisión de Allen no pasó desapercibida, y la organización PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales) emitió una carta pública dirigida a la cantante, criticando duramente su decisión. “Mientras que ella podría conseguir nuevos pasaportes y volver a reservar sus vuelos, Mary podría pasar muchos meses en el refugio a la espera de una nueva familia, si es que tuviese la suerte de encontrar una”, afirmaron en su comunicado.
PETA también resaltó la importancia de no tratar a los perros como simples accesorios y recordó que son compañeros leales que merecen amor y compromiso inquebrantables. “Cualquiera que conozca y quiera a los perros sabe que es probable que, en algún momento, muerda algo en la casa. Nunca hay que tratar a los perros como accesorios de los que deshacerse cuando resultan incómodos”, enfatizaron.
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Como respuesta a la situación, PETA envió un cachorro de juguete a la vivienda de Lily Allen, sugiriendo que "no requiere ni los cuidados, ni la paciencia, ni el compromiso de uno de verdad. Es el único animal que deberías tener”, concluyeron.