A finales de la década de los 70s en Japón comenzó a sonar el nombre de un joven mangaka que presentó algunas obras que prometían cierto potencial. Este hombre se trataba de Akira Toriyama, que, con un poco más de 25 años, soñaba con dedicarse a la escritura de historietas animadas, conocidas como manga a nivel mundial sin saber que luego sus obras se volverían un fenómeno internacional.
Nació en Nagoya, Japón, el 5 de abril de 1955, Toriyama desde muy joven mostró su talento por la escritura y el dibujo animado y no fue hasta 1978 cuando se arriesgó a traer su primer obra a la luz: Awawa World y Mysterious Rain Jack, una que parecía una parodia a Star Wars que era el fenómeno en el cine de la época.
Dichas obras lo llevaron a debutar con dibujante con la historia de Wonder Islan bajo los consejos de Kazuhiko Torishima, quien sería su editor el resto de la carrera. Con el paso de los años siguió puliendo su talento y sacó Dr.Slump en 1980 y en 1981 recibió el premio de manga otorgado por la editorial Shōgakukan que llevó a que Toriyama se hiciera cierto nombre en el mundo mangaka.
Pero su verdadero salto se dio el día que le dio otra oportunidad a esa historia corta que creó llamada 'Dragon Boy', que si bien no tuvo aceptación, si generó algo en él para darle otra mirada y convertirla en Dragon Ball, su obra maestra.
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Dragon Ball, el legado de Akira Toriyama
Son Gokú, un pequeño de la montaña con ciertas particularidades que se haría amigo de una joven millonaria llamada Bulma, pronto sería la sensación de Japón y el mundo. Dragon Ball narró la aventura de estos dos amigos en la búsqueda de conseguir las siete esferas del dragón para pedir un deseo a un misterioso dragón que decían ser Sheng-Long.
Cuando menos lo espero, Dragon Ball se volvió un éxito internacional y en todo el mundo los más pequeños intentaban imitar al pequeño Son Gokú, el poder del maestro Roshi o la personalidad de Krillin. El 'kame hame ha' se convirtió en el juego de miles de niño que practicaban los combates como si fueran guerreros.
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Toriyama notó el éxito y alargó la historia con su versión Z en donde por fin se sabría el origen de los poderos de Gokú, que resultaron ser del planeta Vegeta y su verdadero origen era la raza Sayayin, los guerreros más fuertes del universo que estaban a merced de Freezer, un loco emperador galáctico que disfrutaba que eliminar planetas.
Presentó a los guerreros Z: Vegeta, Piccoro, Androide 18, Gohan, Goten, Trunks, Ulong, entre otros, que crearon un fenómeno que hasta la fecha se mantiene vivo en la juventud.
"Es muy callado y reservado", decían en Tokio
La cultura mangaka suele estar ligada a la pasión y no a la exposición, Toriyama no fue ajeno a esto, pues quienes compartían con él en Japón decían que era un hombre que evitaba estar en el ojo público y tener poca comunicación con medios. Su sueño era ser feliz haciendo lo que le gustaba y seguir contando las historias que amaba.
Muy pocas veces encontraron al mangaka en la calle, pues siempre intento ir bajo un perfil oculto para evitar ser descubierto por los seguidores de Dragon Ball.