La marca BIC lleva más de seis décadas en el mercado y fue hacia los años noventa cuando empezó a producir los esferos transparentes con un hueco en la punta de su tapa, muchos creían que el objeto de ese hoyo era producir sonidos o simplemente pasaba desapercibido.
Pero después de muchos años la firma resolvió el enigma al revelar que este detalle fue pensado para que aquellos inquietos que tienen la costumbre de morder las tapas y que accidentalmente terminaban tragándosela no sufrieran episodios de asfixia, razón por la cual el hueco en las tapas toma importancia al permitir la circulación del aire y evitar el ahogamiento.