Soltera y confinada en su casa durante la pandemia, "Amy" encontró una solución para poner fin a su abstinencia forzada con la compra de un juguete sexual, una tendencia que se difunde entre las jóvenes del gigante asiático , menos conservadoras que las generaciones precedentes.
"Tenía un poco de miedo de estas cosas y me molestaba tener que utilizarlas", explica esta pekinesa de 27 años que no quiere revelar su verdadero nombre.
"Luego, de repente, descubrí otro mundo", cuenta "Amy", que dio el paso a principios de 2020, cuando la epidemia de COVID-19 vació las calles chinas y forzó a la gente a quedarse en casa.
China era hasta el momento conocida más por su producción que por su consumo, ya que es el primer exportador mundial.
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Pero la sed por lo juguetes sexuales, que comenzó a observarse en los últimos años, se vio estimulada por la epidemia, cuando los confinamientos separaron parejas y los lugares de esparcimiento nocturno cerraron durante varias semanas, limitando las citas y encuentros.
Un gran numero de mujeres sexualmente activas tiene ahora un actitud muy abierta sobre el uso de juguetes sexuales
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"Ven eso como algo natural y normal", explica esta joven, que tiene más de 700.000 seguidores en la red social Weibo -equivalente en China de Twitter.
- Porno prohibido -
El país asiático continúa siendo globalmente conservador en materia de sexo en el espacio público: la venta y compra de filmes pornográficos están prohibidas y las autoridades lanzan de manera regular campañas contra los contenidos "vulgares" en internet.
El casamiento y la familia son dos pilares tradicionales de la sociedad.
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Pero el número de divorcios alcanzó un nivel récord (3,1 millones) en los primeros nueve meses de 2020. Se trata de una señal del profundo cambio de valores en una China en la que el divorcio era raro hasta hacía unos 20 años.
Por otra parte, cada vez más independientes financieramente, las chinas de 18 a 35 años no esconden como antes sus deseos sexuales y la utilización de "sex-toys" se democratiza.
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A veces no llegan a alcanzar el orgasmo, a tener el placer que quieren. Quizás porque los hombres no son lo suficientemente dotados en la cama...
"Entonces las mujeres están más tentadas de satisfacerse ellas mismas", agrega.
El mercado chino de los juguetes sexuales se mantiene por el momento lejos detrás del de los países occidentales o el vecino Japón.
Pero impulsado por las jóvenes chinas, está valuado actualmente en más de 100.000 millones de yuanes (unos 15.000 millones de dólares), indica el gabinete chino iiMedia.
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Entre enero y junio, un periodo durante el cual muchos chinos permanecieron en casa por temor a contagiarse el coronavirus, las búsquedas con la expresión "sex-toys" registraron un salto, según el motor de búsqueda en internet chino Baidu.
- "Sensación de felicidad" -
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"Para aquellos que compraron juguetes sexuales durante la pandemia, se trataba principalmente de la primera compra" de este tipo de producto, señala Steffi Noel, consultora del gabinete Daxue Consulting, con sede en Pekín.
Más allá de los consumidores chinos, la demanda en el extranjero por los juguetes sexuales "made in China" también registró un alza durante los periodos de confinamiento.
China fabrica el 70% de las exportaciones mundiales, según Daxue Consulting. Francia, Italia y Estados Unidos tuvieron un pico de pedidos en los últimos meses, "especialmente para vibradores y muñecas sexuales", dice Noel.
Durante el primer semestre 2020, las exportaciones subieron un 50% interanual, según el gigante chino del comercio online AliExpress.
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"Exportamos más de 1.000 muñecas sexuales por mes", explica a la AFP Feng, un responsable de la empresa especializada Shengyi, con sede en la metrópolis manufacturera de Shenzhen (sur). "Estamos al máximo de nuestra capacidad de producción", agrega.
De su lado, "Amy" espera que la sociedad tenga un mira más desacomplejada sobre los juguetes sexuales. "Mi esperanza es que todo el mundo pueda vivir y sentir esta sensación de felicidad", declara.