
Joven colombiano vivió drama en aeropuerto de Madrid: comía de la basura
Pablo llegó a Europa con la esperanza de encontrar trabajo y mejorar su situación económica. Vivió una pesadilla.

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La migración es un fenómeno que, en muchas ocasiones, está marcado por sueños rotos y promesas incumplidas. Pablo, un joven colombiano de 29 años, de Villavicencio, Meta, vivió en carne propia el drama de ser abandonado a su suerte en un aeropuerto extranjero, lejos de su hogar y sin recursos para sobrevivir.
Su historia, difundida por el periodista Quique Vásquez en su plataforma Historias de Migrantes, conmocionó a miles de personas en redes sociales y puso en evidencia las dificultades que enfrentan muchos migrantes en su búsqueda de un futuro mejor.
Pablo llegó a Europa con la esperanza de encontrar trabajo y mejorar su situación económica. Inicialmente, su plan era viajar a Estados Unidos, pero los requisitos de visado y la complejidad de cruzar por México lo llevaron a optar por una ruta más "legal" hacia Europa. Consiguió un vuelo a Suiza, donde supuestamente lo esperaba alguien que le había prometido trabajo en unas cabañas. Sin embargo, al llegar a Zurich el 7 de febrero, nadie lo recibió. "Esperé en el aeropuerto, pero nunca llegaron por mí", relató.
Sin dinero ni un lugar donde quedarse, Pablo pasó sus primeras noches en un hostal cercano al aeropuerto de Zurich. Sin embargo, los altos costos lo obligaron a buscar refugio en el propio aeropuerto, donde intentaba protegerse del frío. La seguridad del lugar lo retiraba constantemente, lo que lo llevó a buscar otra alternativa. Con la ayuda de dos azafatas, logró comprar un vuelo al Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, donde las normas de estancia son menos rigurosas.
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Durante 22 días, Pablo vivió en el aeropuerto de Madrid, durmiendo sobre cartones y alimentándose de lo que encontraba en los botes de basura. "Me han regalado una manta. Yo uso cartones y busco comida en los botes de la basura. Los pasajeros antes de embarcar arrojan comida allí. Pues a veces no es en buenas situaciones, pero es algo que comer", contó con resignación.
A pesar de las dificultades, Pablo no quería regresar a Colombia debido a la delicada situación económica que dejó atrás. Ante la cámara, pidió ayuda para encontrar trabajo: "Quisiera alguien que me ayudara, así sea a conseguir un empleo o lo que sea", expresó.
Su historia conmovió a muchos, y los comentarios en redes sociales no se hicieron esperar. "Es un chico muy talentoso, arregla computadores y es muy buena persona", escribió un usuario. Otro añadió: "Voy a ayudarlo, se nota una humildad en este joven".
Afortunadamente, la historia de Pablo dio un giro inesperado. Una familia ecuatoriana que conoció su caso a través de las redes sociales decidió acogerlo, brindándole un techo y la oportunidad de reconstruir su vida.
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