Una tragedia sacude a Texas después de que una niña de 3 años matara accidentalmente a su hermana, de 4 años, con una pistola semiautomática en el condado de Harris, donde se encuentra la ciudad de Houston. El suceso ocurrió durante una reunión familiar en la que las dos hermanas se quedaron sin supervisión de los adultos durante un momento en una habitación del apartamento en el que se encontraban.
El trágico incidente
La menor de tres años obtuvo acceso a una pistola semiautomática cargada y se escuchó un disparo que alertó a los miembros de la familia, que acudieron rápidamente a la habitación. Allí encontraron a la niña de 4 años en el suelo sin reaccionar y lamentablemente falleció en el lugar. Según el alguacil del condado de Harris, Ed Gonzales, aparentemente el disparo no fue intencional.
"Esta parece ser una nueva historia trágica en la que un menor accede a un arma y lastima a alguien", lamentó el jefe de policía.
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La regulación de las armas en Estados Unidos
Este trágico suceso es una nueva historia en la que un menor accede a un arma y lastima a alguien. Una situación que se produce con demasiada frecuencia en Estados Unidos, donde hay más armas que habitantes. Estados Unidos tiene unos 400 millones de armas individuales, lo que representa más armas que personas, y uno de cada tres adultos posee al menos un arma. Además, casi la mitad de los adultos vive en un hogar donde hay una.
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Los datos son alarmantes: el año pasado se registraron más de 44.000 muertes por armas de fuego en Estados Unidos, siendo la mitad de ellas por suicidio y la otra mitad por asesinato, accidente o defensa propia, según el sitio de internet Gun Violence Archive. Además, los tiroteos fueron una de las principales causas de muerte entre los menores de 18 años el año pasado, con casi 1.700 casos, incluidos 314 menores de 11 años.
En Texas, donde sucedió este triste acontecimiento, el porte de armas está autorizado con escasas restricciones, incluso abiertamente en público. Una situación que ha generado controversia en el país, ya que la falta de regulación en la posesión de armas puede poner en peligro la seguridad de la población y, en este caso, de los menores.