Natalia Arno, presidenta de la ONG Free Russia Foundation, fue envenenada en Praga hace cinco meses, experimentando entumecimiento en su lado derecho y otros síntomas neurológicos
Tras una investigación, se descubrió que había sido expuesta a una toxina nerviosa. Actualmente, está siendo investigada en Estados Unidos y Alemania
Otros opositores rusos, incluyendo a Vladimir Kara-Murza, han sufrido envenenamientos similares en el pasado. Kara-Murza fue envenenado en 2015 y 2017, pero sobrevivió contra todas las probabilidades
La esposa de Kara-Murza atribuye los envenenamientos al mismo equipo involucrado en el caso de Alexéi Navalni, el principal opositor ruso actualmente en prisión
El Kremlin considera a los activistas de derechos humanos como "objetivos fáciles" y sus tácticas de represión se extienden más allá de las fronteras rusas
A pesar de los riesgos, Arno y Kara-Murza continúan su lucha por la libertad en Rusia y asistieron a una reunión en París con otros activistas rusos
Se tomaron precauciones, como reservar restaurantes en secreto y comunicar la ubicación en el último momento para evitar posibles envenenamientos
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