Murió 'brazo de oro', el hombre que salvó a más de 2 millones de bebés con donaciones de sangre
La sangre de Harrison contenía un anticuerpo especial para combatir una enfermedad de bebés recién nacidos. Desde que lo supo no dejó de ayudar a los niños.
Esta fotografía tomada en un lugar desconocido de Australia el 11 de mayo de 2018 y publicada por la Cruz Roja Australiana muestra a James Harrison, quien murió el 17 de febrero de 2025, a la edad de 88 años, conocido como el 'Hombre del brazo dorado' debido a su raro plasma rico en anticuerpos que ayudó a proteger a más de 2,4 millones de bebés, anunciaron funcionarios de salud.
James Harrison, conocido como el "hombre con el brazo de oro", es una figura emblemática en la historia de la medicina y la donación de sangre. Su incansable compromiso con la donación de plasma permitió salvar la vida de más de 2 millones de bebés, gracias a un anticuerpo único presente en su sangre. Harrison falleció a los 88 años el pasado 17 de febrero, dejando un legado de generosidad y humanidad que perdurará por generaciones.
Un compromiso que comenzó a los 14 años
La historia de Harrison como donante comenzó a los 14 años, cuando fue sometido a una cirugía de pulmón que requirió múltiples transfusiones de sangre. Este hecho marcó su vida y lo impulsó a convertirse en donante regular de plasma una vez que alcanzó la mayoría de edad. Durante más de seis décadas, Harrison acudió más de 1.170 veces a donar, una cifra que refleja su dedicación inquebrantable.
El anticuerpo que cambió vidas
La sangre de Harrison contenía un anticuerpo especial llamado anti-D, fundamental para combatir la enfermedad hemolítica del recién nacido (EHRN). Esta condición ocurre cuando los anticuerpos de la madre atacan los glóbulos rojos del feto, lo que puede provocar complicaciones graves e incluso la muerte. El plasma donado por Harrison se utilizó para desarrollar vacunas que previenen esta enfermedad, salvando a millones de recién nacidos en Australia y otras partes del mundo.
Esta fotografía tomada en un lugar desconocido de Australia el 11 de mayo de 2018 y publicada por la Cruz Roja Australiana muestra a James Harrison, quien murió el 17 de febrero de 2025, a la edad de 88 años, conocido como el 'Hombre del brazo dorado' debido a su raro plasma rico en anticuerpos que ayudó a proteger a más de 2,4 millones de bebés, anunciaron funcionarios de salud.
AFP
Un legado familiar y universal
Entre los beneficiarios de las donaciones de Harrison se encuentran su propia hija, Trecey Mellowhip, y dos de sus bisnietos. En un comunicado emitido por Cruz Roja Australia, Mellowhip expresó: "Él estaba muy orgulloso de haber salvado tantas vidas, sin ningún coste ni dolor (...) Siempre decía que no duele y que la vida que salves podría ser la tuya". Además, destacó que su familia, y muchas otras, no existirían sin la generosidad de su padre.
Publicidad
Reconocimiento y admiración
Stephen Cornelissen, director del departamento de recolección de sangre de Cruz Roja Australia, describió a Harrison como un hombre "generoso, que se comprometió a dedicar toda su vida a la donación". Su contribución no solo fue invaluable para la medicina, sino que también inspiró a miles de personas a convertirse en donantes regulares.
Esta fotografía tomada en un lugar desconocido de Australia el 11 de mayo de 2018 y publicada por la Cruz Roja Australiana muestra a James Harrison, quien murió el 17 de febrero de 2025, a la edad de 88 años, conocido como el 'Hombre del brazo dorado' debido a su raro plasma rico en anticuerpos que ayudó a proteger a más de 2,4 millones de bebés, anunciaron funcionarios de salud.
AFP
Un final natural, pero un legado eterno
James Harrison falleció de manera natural el 17 de febrero en un centro de ancianos al norte de Sídney. Aunque su partida es una pérdida para el mundo, su legado perdura en las vidas que salvó y en las familias que hoy existen gracias a su altruismo.
En un mundo donde las historias de generosidad son escasas, James Harrison se erige como un ejemplo de cómo una persona puede marcar la diferencia. Su "brazo de oro" no solo donó plasma, sino que también regaló esperanza y vida a millones.