Por cuenta de la pandemia, las mujeres tuvieron que aumentar en una hora y diez minutos el tiempo dedicado a los oficios domésticos no remunerados, que ahora demandan ocho horas diarias. Sin embargo, los hombres dedican prácticamente el mismo tiempo a esas tareas que el que dedicaban en 2016: 3 horas y 7 minutos, de acuerdo con la encuesta del Dane sobre Uso del Tiempo.
Las mujeres gastan una hora más al día que los hombres en cocinar, una media hora adicional en el cuidado de la ropa y 16 minutos en otras labores de limpieza. Lo más impresionante es que duplicaron el tiempo de apoyo a otros miembros del hogar, por ejemplo, con los deberes escolares, y gastan cinco horas más al día que los hombres en cuidado pasivo, es decir, en estar pendientes de unas tareas del hogar mientras hacen otras.
Aun así, el 80% de los señores cree que está haciendo todo lo que le corresponde en casa y el porcentaje de hombres que reconoce que hace menos de lo que debería cayó frente al 2016. De hecho, la mayoría de hogares está reportando que no hubo 'ningún conflicto' por cuenta de la mayor cantidad de oficios domésticos que trajo la pandemia.
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Para Cecilia López, la desproporción es evidente y hay una barrera que viene de las propias mujeres: 'es esa mezcla entre el cuidado y el sentimiento: yo tiendo la cama para mostrarle amor a mi pareja, yo cocino para mostrarle amor a mis hijos. Perdónenme, una cosa es el sentimiento y otra la actividad".
Según López, la meta del país en materia de equidad de género debe ser la autonomía económica de las mujeres y para eso es necesario cambiar la imagen de la mujer como 'cuidadora' y dejar que algunas tareas del hogar salgan del hogar para ser atendidas por el mercado o por el estado. En la actualidad, el tiempo dedicado por las mujeres al cuidado del hogar no es remunerado y les resta posibilidades de estar en un trabajo que sí genere ingresos.