Monjas hicieron vino para una buena causa y ahora necesitan vender más de 60.000 botellas

En Países Bajos se presentó una curiosa situación. En un convento, una congregación de monjas tiene una preocupación porque tienen, aproximadamente, 64.000 botellas de vino represadas y no las han podido vender.

Aunque esta actividad la realizan desde hace varios años para pagar las reparaciones del convento y poder subsistir en el lugar, las monjas están afanadas por la cantidad de vino que tienen almacenado, pues, tras una muy generosa cosecha, ahora necesitan clientes que les compren.

Las monjas del monasterio de Sint-Catharinadal en Oosterhout, Países Bajos, quienes fabrican vino desde el 2012, tuvieron que acudir al e-commerce para poder vender las botellas y costear los gastos del convento.

Lo anterior, porque algunas personas iban al monasterio, tocaban las botellas de vino o se tomaban fotos, pero solo compraban una y, según manifestaron, el edificio en el que viven no tiene las mejores condiciones para almacenar ese tipo de producto por mucho tiempo.

La luz para las monjas que venden vino

A través de la plataforma Breda Maakt Mij Blij, que apoya los emprendimientos, las monjas esperan que su historia se viralice y puedan vender las miles de botellas de vino antes de que sea demasiado tarde.

De hecho, las monjas ofrecen dos tipos de vinos: un blend de Auxerrois, Pinot Blanc, Pinot Gris y un rosado fresco hecho con uvas Pinot Noir y Gamay.

Cada botella de vino tiene un costo de aproximadamente 15 euros, es decir, 74.347 pesos colombianos. Ahora bien, también ofrecen una promoción de una caja con seis botellas, de 87 euros, aproximadamente, $431.215.

Se espera que en mayo ya las 64.000 botellas de vino hayan salido del monasterio para las casas de aquellos que apoyaron el emprendimiento de estas religiosas.

Esta congregación está desde el año 1647 y es una de las más reconocidas en Países Bajos. La historia de estas hermanas es muestra de la unidad que hay en ellas para salir adelante y poder seguir realizando sus labores sin importar las adversidades económicas.

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