Centenares de mujeres siguen ejerciendo la prostitución en las calles de Cúcuta para sobrevivir a la crítica situación generada por la pandemia del COVID-19 en la frontera. La gran mayoría de ellas son migrantes venezolanas.
Algunas utilizan elementos de bioseguridad como tapabocas para evitar contagiarse del coronavirus, se toman duchas constantes y desinfectan la ropa y el calzado que usan.
"Siguen saliendo las chicas y algunas usan sus tapabocas, no se dejan tocar tanto. Y apenas salen del acto sexual, se bañan y buscan alcohol o antibacterial... Pero, siempre va a haber contacto de saliva hacia el cliente, así no sea por un beso, sino al momento de prestar otro tipo de servicio", manifestó Katherine Crespo, líder de las mujeres que ejercen la prostitución en Cúcuta.
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Antes de la cuarentena por el coronavirus, las migrantes ofrecían los servicios sexuales a $30.000. Pero con la emergencia sanitaria, ahora cobran la mitad de la tarifa estándar.
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"De alguna manera se ven obligadas a bajar las tarifas durante la pandemia para poder llevarle comida a sus hijos. Antes se cobraba hasta $30.000 y ahora se pide sólo $15.000... Pues, el tiempo del servicio sexual es de al menos 20 minutos y cuando se termina inmediatamente las chicas se van", agregó la líder.
Mujeres que en horas de la noche buscan clientes en los principales parques de la ciudad. Y el día que no realizan los servicios sexuales, duermen en la calle sin probar un bocado de comida.
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"Como el 80% de las mujeres tienen a sus hijos acá, deben juntar más o menos $25.000 que vale la habitación para dormir. Porque sino consiguen el dinero, las sacan y deben dormir en la calle... La situación es tan dura que a veces comen una sola vez al día porque no les alcanza", explicó Crespo.
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La crisis sanitaria ha provocado que algunas extranjeras retornen a Venezuela para pasar cuarentena con sus familias. Sin embargo, otras mujeres siguen llegando a Cúcuta para ejercer la prostitución.
Las autoridades reforzaron los operativos en los parques y residencias de la ciudad, para controlar esta situación que aumenta el riesgo de contagio. En la última semana se han sellado cuatro hoteles y residencias que fueron sorprendidos por la Policía Nacional mientras prestaban sus instalaciones para la prostitución.
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