La reconocida periodista María Elvira Samper habló en Mesa BLU con Vanessa De La Torre de su libro ‘1989’, que muestra la realidad de ese momento en el que había una profunda crisis institucional y una grave alteración de orden público frente a un conjunto de fenómenos violentos.
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El narcoterrorismo, paramilitarismo, enfrentamientos entre los carteles de Medellín y Cali, pugnas entre esmeralderos, violencia guerrillera, son temas que reinaban en el momento y que tenían al gobierno contra las cuerdas y, además, amenazadas la estabilidad política y social del país.
Samper comparó esa época con lo que se vive actualmente en Colombia: “no creo que podamos ser tan catastrofistas de decir que estamos igual o peor que hace 30 años, insistió en que no estamos bien, pero sí ha habido cambios, las tasas de homicidios son menores, el secuestro casi ha desaparecido”.
Aunque advierte que hay unos hilos conductores que no se rompen nunca. “Uno de esos es la violencia, seguimos en muchos aspectos privilegiando la violencia como el mecanismo para resolver conflictos”.
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“Seguimos viéndonos en un esquema binario, buenos y malos, hoy en día mamertos y paracos, esa polarización, con altas y bajas, no se ha superado, no somos capaces de entender que la democracia es conflicto, que la democracia es disenso, pero las diferencias se resuelven conversando y respetando la diferencia”, expresó.
Para Samper, en los 80 había mucha permisividad frente al narcotráfico, en parte por desconocimiento de lo que eso podía generar.
“Solo cuando Lara en el Congreso señala con el dedo al narcotráfico y Guillermo Cano desde las editoriales de El Espectador, que es uno de los grandes líderes del momento junto a Luis Carlos Galán, se empieza a evidenciar la gravedad”.
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“La gente como que no, hasta que matan a Galán, y entonces Belisario, que estaba contra la extradición por razones de soberanía, restablece la extradición y se convierte en el punto que desata todo el narcoterrorismo”, resaltó.
En ese momento “el propósito de los narcotraficantes es acorralar al Estado, arrodillarlo y obligarlo a ceder frente a la extradición y asustar a la sociedad para que presione a tumbar la extradición”.
Escuche la entrevista completa en el audio adjunto.
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