La moneda de $200 que puede llegar a costar hasta $150.000: estas son las características

En el mundo de la numismática, las monedas con variaciones aparentemente sutiles, pero significativas, son objeto de gran interés para los entusiastas coleccionistas. Estos aprecian y valoran las peculiaridades únicas que distinguen a ciertas piezas de las demás.

Los coleccionistas de monedas y billetes están en una constante búsqueda de ejemplares excepcionales para enriquecer sus colecciones. No escatiman en pagar sumas considerables por adquirir esas piezas que se destacan de forma singular.

Aunque no todas las monedas o billetes alcanzaban el estatus de rareza millonaria, el precio que los coleccionistas están dispuestos a pagar supera con creces su valor nominal según las normas económicas convencionales.

Desde el año 2012, el Banco de la República introdujo en circulación las monedas de $200 con un diseño renovado, que aunque común en circulación, albergaba detalles distintivos. El anverso presenta un arco circular en alto relieve con una superficie plana y lisa, acompañado de una gráfila de puntos en relieve formando un círculo paralelo al marco. Además, destaca la representación en relieve de una guacamaya bandera en el centro de la moneda.

Las monedas podían valer hasta $150.000

En la plataforma TikTok, la cuenta @numismaker se destaca por publicar contenido de interés para los coleccionistas. Uno de sus videos más populares detalló un elemento especial en la moneda de 200 pesos que podía incrementar su valor: un peculiar giro en la posición de la guacamaya en el anverso de la moneda.

Según explicaba el creador de contenido en TikTok, los coleccionistas pueden pagar las siguientes cifras en función de cómo quedaba la guacamaya cuando se giraba la moneda.

• Si la moneda tenía un giro de 90 grados a la derecha, se pagaban entre $20.000 o $30.000.
• Si la guacamaya quedaba de cabeza, podía llegar hasta $100.000.
• Si había un error de acuñación en la gráfila del anverso, podía llegar hasta $150.000.

Es relevante destacar que, más allá del valor económico, estos entusiastas están motivados por la singularidad y el estado de conservación de la pieza. Cada moneda es un tesoro para aquellos que encuentran belleza en los detalles.

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