Nicholas Goddard, de 61 años, dijo a la universidad que había optado por este trabajo debido a que pasaba por un momento de estrés causado por su ruptura matrimonial y que este trabajo le ayudaba como terapia.
El profesor interpuso una demanda a la universidad, no por motivos de dinero para indemnizar su “injustificada” expulsión sino porque quería defender los motivos por los cuales practicaba el porno.
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La defensa del profesor justifica que a raíz de esta noticia el 75% del tráfico universitario de internet durante la noche de los fines de semana corresponde a visita de páginas porno.
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Ante esta defensa, una madre de una estudiante de la universidad se opuso diciendo que el profesor debería ser expulsado porque su conducta reflejaba una mala imagen de la Institución.