Tia Castle, una mujer escocesa de 31 años, enfrenta una rara y dolorosa condición médica que le ha impedido orinar de forma natural durante los últimos ocho años. Su historia comenzó cuando, a los 23 años, comenzó a experimentar una hinchazón incómoda en el estómago, acompañada de la imposibilidad de ir al baño durante varios días. El dolor que sentía se volvió tan insoportable que, temerosa por su salud , decidió acudir al hospital.
Fue allí donde le diagnosticaron una infección grave en su tracto urinario, causada por la retención de dos litros de agua en su cuerpo. Este estado provocó sepsis, una infección que amenaza la vida. Ante el alto riesgo de complicaciones, Tia fue sometida a un tratamiento con catéter para vaciar su vejiga manualmente durante los siguientes nueve meses.
A pesar de este tratamiento inicial, los problemas urinarios de Tia no cesaron. Tras varios exámenes médicos, fue diagnosticada con el síndrome de Fowler, una rara afección que impide que el músculo del esfínter de la vejiga se relaje, lo que dificulta la micción. Este síndrome, descubierto en 1985, afecta a solo dos de cada millón de mujeres, y se caracteriza por la falta de la sensación de urgencia para orinar, incluso cuando la vejiga está llena.
“Tenía un dolor terrible, pero por más que lo intentaba, no podía ir al baño”, relata Tia, quien ha vivido con esta condición durante años. A lo largo de su vida, Tia también enfrentó varias infecciones urinarias y renales que resultaron en la extirpación de su riñón derecho. Además, los intensos espasmos vesicales y la pérdida de sensibilidad en su vejiga han afectado gravemente su calidad de vida, alterando su sueño y sus actividades cotidianas.
A lo largo de este proceso de ocho años, Tia ha sido sometida a numerosas cirugías para la colocación de catéteres permanentes en su cuerpo. "Me he perdido mucho y me han quitado todo lo que conocía. Todavía hay muchas cosas que quiero hacer en la vida, pero ahora mismo eso parece imposible", expresa con tristeza.
El síndrome de Fowler, que afecta a una pequeña proporción de mujeres, es una enfermedad debilitante que requiere atención médica especializada.
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