Julián Román es reconocido no solo por su talento actoral, sino también por su activismo político en Colombia. A lo largo de los años, ha utilizado su plataforma para alzar la voz en defensa de la justicia social, los derechos humanos y la democracia.
En entrevista con Bla Bla Blu, habló sobre la necesidad de un diálogo constructivo en tiempos de conflicto. Además, reveló detalles de su vínculo con Alejandra Azcárate , e hizo un llamado a la empatía y el respeto en medio de la polarización social.
Román ha sido un crítico abierto de las desigualdades y ha expresado su desacuerdo con ciertas políticas gubernamentales, lo que lo ha convertido en una figura de referencia dentro del ámbito artístico y social. Su activismo no solo se limita a redes sociales o entrevistas, sino que también ha participado en manifestaciones y apoyado movimientos ciudadanos, mostrando un compromiso constante con las causas que defiende.
La importancia del respeto y la diversidad de opiniones
El actor habló de Alejandra Azcárate como ejemplo de que el respeto hacia las diferencias es esencial, porque es una manera de enriquecer la vida."Tengo amigos que piensan diferente a mí, y eso enriquece mi vida. La clave está en no minimizar la opinión del otro solo porque no estamos de acuerdo". Este enfoque es fundamental para construir un futuro más inclusivo, donde cada voz cuente.
"Una gran amiga mía es Alejandra Azcárate y la adoro con el alma. La admiro, estoy pendiente de sus shows, ella va todas las obras, está pendiente de mí y pensamos distinto, somos agua y aceite, porque me parece que es valioso tener amigos que opinan diferente a uno", añadió.
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Visibilidad de las víctimas y la violencia
Es igualmente crucial dar visibilidad a víctimas de ambos lados del conflicto. La historia de un militar sometido a situaciones extremas y la de un joven asesinado por falsos positivos reflejan la complejidad de la violencia en el país. "Ambas historias son igualmente atroces. La decisión de quién sufre más no debe ser una competencia", afirmó. El dolor de cada familia debe ser honrado en su singularidad.
Además, expresó la importancia del arte como expresión de la humanidad y su papel fundamental en este proceso. A través de representaciones teatrales o espacios de diálogo, el arte puede servir como un vehículo para abordar temas difíciles y fomentar un entendimiento profundo de las experiencias ajenas.
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"La reconciliación nacional no es solo tarea de las autoridades; cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar. La transformación del odio en empatía, del silencio en diálogo, es el verdadero camino hacia la paz. En la lucha por una Colombia más unida, el primer paso es el entendimiento, y cada acción cuenta en esta construcción colectiva", concluyó.