Cuando tenía 17 años, una joven fue encerrada en medio de condiciones inhumanas en una vivienda ubicada en el corregimiento Chicoral, municipio de El Espinal (Tolima ).
Según el relato de la mujer, sus familiares creyeron que una supuesta entidad maligna se había apoderado de ella y por eso la encerraron, supuestamente, para que no hiciera daño a sus allegados y vecinos.
Después de un cuarto de siglo, la mujer, ahora de 46 años, fue rescatada. Los funcionarios que la encontraron quedaron sobrecogidos por sus malas condiciones: permanecía desnuda, tenía sus dientes completamente dañados y presentaba varios hematomas en su cuerpo, aparentemente por golpes .
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Andrea Jimena Herrera Vidal, directora de Seguridad y Justicia de El Espinal, contó a detalles del caso
“Es un caso escalofriante, aberrante, en el cual una persona se encontraba bajo llave, encerrada, totalmente desnuda en condiciones precarias de aseo”, relató.
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“Tenía costra en su piel por la mugre en su cuerpo. Además, presenta distintos morados, callosidades y sus pies hinchados”, añadió.
El abandono de la mujer era de tal magnitud que a la persona a quien se exigió abrirle inmediatamente no encontraba ni siquiera la llave de la cerradura del lugar, agregó Herrera Vidal.
Según la funcionaria, cuando le abrieron, la mujer salió y de inmediato su semblante cambió radicalmente.
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El aberrante crimen es analizado para una denuncia penal contra los responsables.
La víctima, de acuerdo con la evidencia física, fue sometida a tratos crueles, pues además de mostrar varios hematomas, tenía cicatrices de varios años.
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Una vez en libertad, el comportamiento de la mujer dejó en claro que era obligada a pasar hambre.
“Se dio orden de que le hicieran desayuno, comió muchísimo. Tiene un grado de esquizofrenia y unos problemas mentales, pero eso no justifica que la hayan sometido a esta situación tan denigrante para un ser humano”, indicó la directora de Seguridad y Justicia de El Espinal.
“Nunca en mi vida había visto una situación tan triste, tan dolorosa. Me ha quitado el sueño”, complementó.
En la misma vivienda donde se encontró a la mujer residen sus padres y un hermano con síndrome de Down.
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