El país no sale de su asombro por la muerte de Javier Acosta: el hincha de Millonarios que, tras un doloroso cáncer que trascendió a los huesos y a la sangre, pidió que se le practicara la eutanasia , luego de casi seis años de lucha contra la enfermedad.
El hombre de 36 años, nacido en Bogotá, graduado como especialista en psicología y salud y que fue diagnosticado de osteomielitis, patología sin cura, se despidió de su hija, María Valentina, y de toda su familia, que lo acompañó hasta el último momento, antes de recibir la inyección letal.
Sin embargo, la historia de Acosta no es nueva para los colombianos, pues su testimonio salió por primera vez cuando empezó a sufrir las primeras consecuencias de la enfermedad, durante una de las jornadas de la Teletón que se llevó a cabo por la televisión nacional.
Sucedió en 2017, cuando el joven, en compañía de su familia, contó cómo había recibido la ayuda de la fundación que trabaja en la rehabilitación integral a personas con discapacidad física, en este caso, su dificultad para caminar producto de la afectación en sus piernas, que lo postró en cama.
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En las imágenes, a Acosta se le veía con optimismo y dispuesto a luchar por superar esta dificultad, con el respaldo de la organización y, también, con el apoyo de todos los colombianos, pues fue uno de los invitados a la jornada que se vio por la señal del Canal Caracol y otros medios.
"Yo quiero sacar a mi hija a un parque, no que ella me saque”, fue una de las frases que marcó en la historia de Javier, que se vio a través de la pantalla chica y las redes sociales. Y en una participación en la que el fanático de los embajadores saludó por ese entonces a la mamá del delantero Harold Santiago Mosquera.
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De hecho, en el capítulo se vio la forma en que Acosta alentaba a su equipo con le ayuda de una silla de ruedas, aunque tenía la capacidad, en medio de su dificultad, de manejar un carro y hacer otras cosas por su propia cuenta, como ejemplo de superación.
Desde entonces, el hombre que conmovió a toda Colombia luchó por salir adelante, hasta que los intensos dolores y la incapacidad de valerse por sí mismo, y el evidente deterioro de su cuerpo, lo llevaron a considerar la determinación de poner fin a su vida.