Un caso en Nueva York, Estados Unidos, le ha dado la vuelta al mundo. Se trata de Peanut, un pequeña ardilla que vivía en los suburbios al lado de un mapache y una pareja que le dio un hogar debido a que no podía estar en la calle al estar en riesgo, por ende, era considerado un animal en cautiverio y vivía en una casa de la ciudad mientras Mark y Daniela Longo esperan un sitio para darle un nuevo hogar.
La pareja volvieron a los dos animales famosos en Instagram, tanto así que les crearon sus propios perfiles y subían videos de ellos para que las personas conectaran y ayudaran en el proceso de un nuevo hogar. Pero más allá de eso, los dos se convirtieron en sus amigos y compartían con ellos. Varios videos conmovieron a la comunidad en donde Peanut veía películas con ellos o era disfrazada como parte de la familia.
Pero todo cambió a finales de octubre cuando llegaron gentes del Departamento de Conservación Ambiental (DEC) y del Departamento de Salud del Condado de Chemung, acompañados por policías, a su casa con una orden de allanamiento por mantener dos especies en cautiverio y fueron confiscadas por los oficiales. Pero lo triste pasó horas después, cuando recibieron una llamada y les dijeron que la ardilla y el mapache habían sido sacrificados por "atacar" a estos hombres.
"El 30 de octubre, el DEC confiscó un mapache y una ardilla que compartían una residencia con humanos, lo que creó el potencial de exposición humana a la rabia. Además, una persona involucrada en la investigación fue mordida por la ardilla. Para realizar pruebas de rabia, ambos animales fueron sacrificados”, fue el reporte de las autoridades, el cual terminó generando una fuerte indignación en redes sociales.
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En redes piden justicia
El caso ha causado un movimiento animalista en varios países, pues, a través de redes sociales, miles de personas han pedido que las muertes de estos dos animales no sean en vano. Durante siete años Peanut compartió con la familia y, según ellos, nunca tuvieron algún problema, sino que la trataban como una parte importante de su casa.
"Peanut no murió en vano", fueron las palabras de la pareja por estas dos muertes injustas. Aseguraron que eso no les detendrá en seguir queriendo ayudar a más animales y harán más acciones en pro a ellos en memoria a estos dos amigos inseparables, que, una llamada de vecina de la cual se conoció su identidad y desapareció al ver la respuesta en redes, les quitó.
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